sábado, 25 de septiembre de 2010

Historia De la Flexibilidad...

Los primeros indicios relacionados con las actitudes de extensión muscular o flexibilidad se pueden datar hacia el año 2500 a. C.
Justificar a ambos ladosEn esta época encontramos pinturas funerarias de las tumbas de Beni Hasan, en el antiguo Egipto, en donde aparecen unos dibujos los que se observan ejercicios de flexibilidad individuales y en parejas. Posteriormente en unas estatuillas en Bangkok, hace más de 200 años, se muestran también posturas en las que se muestra esta cualidad. En Oriente donde aparece el Yoga, existen otras disciplinas también de antigüedad milenaria, como el Diong y el Tai-ji-qan, las cuales utilizan técnicas de estiramiento similares a las que conocemos en la actualidad.
En Occidente, durante la época romana, existía un grupo de contorsionistas, que realizaban prácticas del desarrollo de la flexibilidad llevando a sus máximos límites y consecuencias. Estos ejercicios se exhibían a modo de espectáculo en fiestas y reuniones de aquella época. Ya en nuestra cultura occidental, las primeras referencias fidedignas que tratan sobre el tema de la flexibilidad, son aquellas que introducen movimientos gimnásticos, preocupados especialmente por la educación física y el desarrollo armónico del cuerpo. El precursor de estas ideas, dentro de lo que se denomina las escuela Sueca, P.H. Ling (1776 – 1839), el cual utiliza ejercicios de movilidad articular para corregir posibles defectos en la actitud postural.

Los seguidores de esta escuela, entre otros fueron su hijo Hjalmar Ling y C. Norlander, quienes utilizaron ejercicios individuales y por parejas insisten de nuevo en desarrollar la corrección de la actitud y del tono postural, afectados principalmente por sedentarismo de esta época, al mismo tiempo tratan de evitar las tensiones psicofísicas y buscan una mejora en la relajación, tanto física como mental. La técnica que se utilizaba para la ejecución de estos ejercicios, llamada gimnasia de posiciones, consistía en participación de lo ellos llamaban “apoyos animados”, los cuales se realizaban a través de grandes tracciones repetitivas a modo de rebote, hasta el punto de dolor. En la actualidad a esta técnica se le conoce con el nombre de distensiones balísticas. A principios del siglo XX, Niels Buck nos aporta un mayor dinamismo en los ejercicios, con los que llega a situaciones extremas de movimiento. Estos presentaban una gran preocupación por aumentar la movilidad articular diferenciándolos específicamente de otros en los que interviene la coordinación, la fuerza y la velocidad. Su método de “elongaciones” o “insistencias” consistía en movimientos rítmicos suaves y repetidos. Éstos se realizaban al final del recorrido articular, con la finalidad de ampliar el mismo dentro de los límites articulares normales. En general, su gimnasia ofrecía una mayor riqueza de posibilidades para mejorar la movilidad articular y la elasticidad muscular. Unos años más tarde, Heinrich Medeau y su escuela de Berlín son difusores de un tipo de gimnasia pasiva o estática, cercana a las “asanas” (posturas) yóguicas, en las que se utilizan el control de la actitud respiratoria y la relajación mental concediéndoles un valor modelador postural. Durante estos años, Medeau tuvo un profundo interés por el valor postural y modelador en estos ejercicios, todo aquello se reconoce con un escrito suyo que dice: “Gracias a los juegos Olímpicos y otras reuniones internacionales, hemos topado con las formas de los ejercicios físicos del Lejano Oriente; me refiero a los japoneses, chinos e hindúes.

Como nosotros, los europeos hemos por fin renunciado a la oscuridad que a estos pueblos atribuíamos por ser ellos coloniales, vemos ahora con sumo respeto y admiración las grandes realizaciones de que los mismos son capaces”. En España, Luis Agosti, celebre erudito en el campo de la medicina y de la cultura física, basa su trabajo en los postulados técnicos de los precursores de Ling. Los ejercicios que utiliza buscan la mejora de la movilidad articulara través de la técnica del rebote, presión y lanzamiento, por creer así que ello favorecía a la preparación de las articulaciones y músculos para la ejecución de los movimientos violentos que se dan en diferentes deportes. En E.E.U.U., a mediados de nuestro siglo, algunos neurofisiólogos y fisioterapeutas desarrollan métodos para mejorar la capacidad de movimiento en determinadas articulaciones. Uno de los máximos exponentes de estas aportaciones fue Kabat, que junto con otros como Levine y Robath introdujeron la técnica de contracción – relajación denominada Facilitación Propioceptiva Neuromuscular (F.N.P.).

En este conocimiento se basan
las técnicas actuales que se conocen con el nombre de Stretching. En 1971, Holt incorpora el F.N.P. en el acondicionamiento físico y prevención de lesiones de los deportistas. Y J.P. Moreau paralelamente en Francia, crea su propia escuela utilizando una técnica similar, a la que le da nombre de stretching postural. Actualmente en E.E.U.U., el pionero del stretching es Bob Anderson, quien en busca de la relajación y la libertad de movimiento utiliza la práctica de los movimientos pasivos manteniéndolos de 10 a 60 segundos. Finalmente, cabe destacar la labor de la escuela sueca con Sven Solveborn y Jaen Ekstrand, quienes han realizado grandes investigaciones que difunden la utilización profiláctica del stretching, basado en la técnica de contracción – relajación – estiramiento. Estas ultimas concepciones defienden la salvaguardia de lo que son actualmente las técnicas de stretching, las cuales se oponen radicalmente a los “ejercicios gimnásticos” tradicionales heredados de la escuela sueca, con el fin de evitar así con los estiramientos desagradables y dolorosos sustituyéndolos por otros más suaves y relajantes.

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